60. La Y griega
Por JChM
Venía
una tormenta y nadie la miraba, todos seguíamos al descuido caminando como si
nada; la vida no se resuelve sola, ahora lo sé. Cultivar un enfisema es algo
parecido a lo que entonces sucedió: fuimos tapizando de tedio aquel amor que
antes habíamos sido capaces de alzar como un hermoso arco iris; hasta que el
humo cristalizó en muchas formas perniciosas, la infidelidad, el desprecio, el
incipiente alcoholismo. Una placa dura y tóxica nos separó sin remedio y, antes
de que el odio llegara, cada quien marchó por su lado, hacia la honda
distancia.
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