Una mañanita fresca de 1686, cuando Basho se hallaba en un jardín rodeado de sus alumnos, el leve rumor que hizo una rana al saltar al agua le hizo exclamar: “Kawazu tobikomu mizu no oto” que traducido literalmente significa “rana salta al agua sonido”. Esto fue reconocido en seguida como los dos posibles últimos pies de un haikú y después de múltiples deliberaciones y sugerencias de todos los presentes, el propio Basho lo completó con las palabras “fuente vieja”. Así, según cuentan, nació el haikú que los japoneses consideran el mejor, más profundo y sutil de todos los tiempos: “A la fuente vieja salta, veloz, la rana: el agua suena”. Cuando nos enteramos de que los críticos más competentes se han ocupado de este poema y han hallado en él los más diversos, profundos y esotéricos significados, no nos queda más que admitir la tremenda distancia que nos separa de esa poesía cuyo máximo exponente, el citado haikú de Basho, suena a nuestros oídos tan solo como la constatación de un hecho trivial.
Issa (1763 - 1827). Buson (1715 - 1783). Basho (1644 - 1694). Hokushi (1665 - 1718). Yasui (1657 - 1743). Ryusui (1691 - 1758). Ryota (1718 - 1787). (Versiones y nota de Nuria Parés).
1
Luna en el pino,
la cuelgo, la descuelgo,
siempre la miro
Hokushi
Hokushi
2
La nube oscura
se desfleca en la noche.
¡Claro de luna!
Basho
Basho
3
Hay que dar gracias:
esta nieve en mi colcha
del Cielo mana
Issa
Issa
4
Cae lluvia fina,
charlan capa de paja
y una sombrilla
Buson
Buson
5
Gansos salvajes,
sé que comen el grano
¡mas cuando parten...!
Yasui
Yasui
6
Con este frío
la luna en el estanque
¿se habrá dormido?
Ryusui
Ryusui
7
¡Día: sé sombra!
¡Noche: sé luz!
Las ranas croan
Buson
Buson
8
Mundo extraño.
Las flores, en tres días
cambiaron tanto
Ryota
Ryota
(Transcripción Jesús Chávez Marín).
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