En la foto Víctor Hugo Rascón Banda, Víctor Orozco y Alfredo Espinosa
El show de Amor, miel y veneno: una
multitud acompañó a Espinosa
Por Jesús Chávez Marín
Alfredo Espinosa tiene muchos lectores, sus libros se venden como pan
caliente y cuando los presenta a la gente le gusta asistir en masa, porque él
acostumbra poner músicos, actores, pianistas, cantadoras de flamenco y tríos
románticos: no es la típica presentación de libro estricta y académica, a veces
aburrida, donde el único menú sea el rollo.
El 13 de noviembre de 2001 fue presentado en el Centro Cultural Universitario Quinta Gameros el más reciente: Amor, miel y veneno, publicado por la editorial Doble Hélice, un pequeño cuaderno con una crónica bien divertida en la que el personaje es colectivo: los enamorados y las enamoradas a los inicios del siglo 21 en ciudades como Chihuahua; los espacios son oficinas, moteles, parques, academias donde se ofrezcan cursos de cuanto hay, cafeterías, aeropuertos, cantinas, asientos traseros de automóviles y todos aquellos lugares donde sucede la intimidad de las parejas.
En el acto participaron el actor Luis Heraclio Sierra, quien realizó un espléndido espectáculo de teatro en atril con un libreto basado en el texto de Espinosa, acompañado en la parte musical por el trío Los Tréboles, la famosa cantadora Belinda y el piano electrónico de Luis Rey.
Por su parte, la pintora Martha Carolina Legarreta dio una conferencia: certeros comentarios acerca del pequeño libro: inteligente, graciosa y de buen humor: al terminar recomendó a las mujeres que lo llevaran de regalo a las despedidas de soltera, pues resulta muy aleccionador para cualquier matrimonio moderno.
La gente estaba encantada: esa mezcla de teatro de gran estilo con canciones populares funcionó bien. El discurso de la diva Legarreta, quien llegó elegantísima con un vestido de dos millones de pesos y algunas joyas de la familia, resultó ligero y muy en el ambiente de la fiesta. El espectáculo fue realizado y dirigido por Flor María Vargas, quien además fue maestra de ceremonias. La producción estuvo a cargo del Departamento de Difusión Cultural de la Universidad y de Martín Reyes, director de la editorial Doble Hélice.
En este libro, cuyo texto fue leído en la voz profesional de Luis Heraclio Sierra, que en sus gestos y en sus manos magistrales adquirió otra dimensión artística, Espinosa logra una comunicación regocijante. El relato, mezcla de crónica y ensayo, viene escrito con agilidad y reflexión, un caudal de imágenes y conocimiento profundo de la vida. A Espinosa le sobra desfachatez para mezclar con la mano en la cintura frases de poetas clásicos españoles del siglo 17 como Quevedo: polvo enamorado, con canciones de la vulgar Paquita la del barrio: tres veces te engañé. Por allí aparecen voces de Neruda, José Alfredo, Sabines, José José, Borges y muchos otros poetas que Espinosa frecuenta. Y también letras de las más necias canciones que erizan las rockolas de las cantinas y los bares románticos con iguales dosis de alcohol y nostalgia.
Noviembre de 2002
El 13 de noviembre de 2001 fue presentado en el Centro Cultural Universitario Quinta Gameros el más reciente: Amor, miel y veneno, publicado por la editorial Doble Hélice, un pequeño cuaderno con una crónica bien divertida en la que el personaje es colectivo: los enamorados y las enamoradas a los inicios del siglo 21 en ciudades como Chihuahua; los espacios son oficinas, moteles, parques, academias donde se ofrezcan cursos de cuanto hay, cafeterías, aeropuertos, cantinas, asientos traseros de automóviles y todos aquellos lugares donde sucede la intimidad de las parejas.
En el acto participaron el actor Luis Heraclio Sierra, quien realizó un espléndido espectáculo de teatro en atril con un libreto basado en el texto de Espinosa, acompañado en la parte musical por el trío Los Tréboles, la famosa cantadora Belinda y el piano electrónico de Luis Rey.
Por su parte, la pintora Martha Carolina Legarreta dio una conferencia: certeros comentarios acerca del pequeño libro: inteligente, graciosa y de buen humor: al terminar recomendó a las mujeres que lo llevaran de regalo a las despedidas de soltera, pues resulta muy aleccionador para cualquier matrimonio moderno.
La gente estaba encantada: esa mezcla de teatro de gran estilo con canciones populares funcionó bien. El discurso de la diva Legarreta, quien llegó elegantísima con un vestido de dos millones de pesos y algunas joyas de la familia, resultó ligero y muy en el ambiente de la fiesta. El espectáculo fue realizado y dirigido por Flor María Vargas, quien además fue maestra de ceremonias. La producción estuvo a cargo del Departamento de Difusión Cultural de la Universidad y de Martín Reyes, director de la editorial Doble Hélice.
En este libro, cuyo texto fue leído en la voz profesional de Luis Heraclio Sierra, que en sus gestos y en sus manos magistrales adquirió otra dimensión artística, Espinosa logra una comunicación regocijante. El relato, mezcla de crónica y ensayo, viene escrito con agilidad y reflexión, un caudal de imágenes y conocimiento profundo de la vida. A Espinosa le sobra desfachatez para mezclar con la mano en la cintura frases de poetas clásicos españoles del siglo 17 como Quevedo: polvo enamorado, con canciones de la vulgar Paquita la del barrio: tres veces te engañé. Por allí aparecen voces de Neruda, José Alfredo, Sabines, José José, Borges y muchos otros poetas que Espinosa frecuenta. Y también letras de las más necias canciones que erizan las rockolas de las cantinas y los bares románticos con iguales dosis de alcohol y nostalgia.
Noviembre de 2002
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