Primera noche de octubre
Por Jesús Chávez Marín
El lunes pasado asistimos al coctel de presentación de la nueva revista
chihuahuense, Chihuahua me vuelve loco.
Desde las ocho de la noche empezaron a llegar varias personas que viven de
lleno en los mundos de la farándula, el sector turístico, la publicidad, las
artes, las leyes y el periodismo. A las nueve el amplio salón estaba repleto de
gente que, con su copa en la mano, platicaba animada.
El discurso de inauguración estuvo a cargo del escritor Eduardo Moye.
Leyó dos páginas de muy buen humor, llenas de ingenio pero matizadas del
ambiente de tragedia y luto que nos tradujeron las aguas de septiembre. De
todas formas su propuesta era la de seguir adelante con empresas como la de
esta revista, que nos ayudan a mantener una actitud abierta y libertaria.
“Reventémonos antes de reventar”, dijo, luego de enumerar una pavorosa lista de
las enfermedades cardiovasculares que acechan continuamente a nuestra agitada
vida urbana.
También habló Pablo León, el anfitrión de esa noche, y mencionó la buena
época atmosférica en la que le toca nacer a la revista, de la energía nueva que
se siente al inicio del año lunar; por último Luis Carlos Salcido, editor de Chihuahua me vuelve loco, un brevísimo
discurso en el mismo tono ligero y preciso. La ceremonia fue ágil. Casi no
cortó los hilos de las conversaciones cruzadas que se tejieron esa noche de
amistad y otoño.
La revista es una agenda mensual de espectáculos, turismo y cultura,
donde vienen programaciones de cine, teatro, música, exposiciones, restaurantes
y bares. El diseño es impecable y muy original, en el formato largo de los
folletos de turismo que se hallan en cualquier hotel de cinco estrellas. En el
primer número se publican textos de Sofía Casavantes, El Mago León, Lety
Santiesteban, Guadalupe Guerrero, Manuel Valdez, Rosa María Hernández, entre
otros. Su periodicidad será mensual y se distribuye en los establecimientos del
sector turístico de nuestra ciudad.
Octubre 1990
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