Por Jesús Chávez Marín
Meditación de la muerte
Un viejo espantapájaros se había cansado de
la inmóvil situación de su destino y buscó denodadamente la movilidad; un brazo
cayó hecho trizas, su pierna se hizo polvo.
Arte poéticapolvo
Siguiendo a Basho, principio de arte: cantan
albañiles en el trabajo; unos con buena voz y poesía, otros solo producen ruido
que fastidia.
Un mimo neurótico
En una oficina de gobierno, estaba un mimo
enojado, sobre una silla al lado de tres escritorios. Había dado siete funciones
en ferias del libro, por varios ranchos de Chihuahua, gastó los viáticos en
payasadas, perdió comprobantes, y ahora debía dinero. No le parecía justo pero la contabilidad es una ciencia exacta.
Caminata
Relampaguea en un fondo de sombra; aquella
mujer camina por la sierra con su hijo pequeño a la espalda. Su amor no declina
con el cansancio.
Mariposa de bar
Revolotea en la sombra del bar una mariposa
blanca; unos mariachis cantan música de burla: ahora que ya llegó febrero ganas
tenía de verte, mi general (Rodrigo M.) Quevedo. Entre los vapores del alcohol, Esteban
trata de hallar el hilo de un recuerdo que se desvanece
Nupcias
Se alzan airosas las esperanzas; en el
recuerdo la sombra, que no vuelve, como las fiestas, las ceremonias. Y yo te
espero, te escribo.
Skirla
Rodolfo Borja llegó de Anáhuac en los años setentas
y formó un grupo de rock, componía canciones y estudiaba la guitarra en acción;
éramos un madral sus admiradores. Empeñó todos los días de su vida en pulir su
música, sus poemas. Es uno de los lujos de la ciudad de Chihuahua.
Arte de meditar
En mis huesos se van marcando los recuerdos
en movimiento, por las mañanas es mi laboratorio de las ideas. Algún día serán
ceniza de sueños.
Sabes bien que voloveré
Madrugada, prendo un Marlboro; tiembla la
llama. En el sereno lago de la memoria cae la lluvia; al fondo, la breve luz de
tu mirada aparece como un arco iris de caoba y entonces, aunque estés tan lejos,
sois de mí.
Otros siglos se le parecen
Siglo 21: dos desconocidos coinciden en el
vestíbulo, su presencia mutua los incomoda; procuran la higiene de su precaria
individualidad.
Aroma de tu hogar
Un hombre en el monte recordaba en silencio
aquellos años cuando el amor era pródigo en su casa, el olor del pan y el dulce
rumor de dos mujeres que platicaban en la cocina, mientras preparan comida para
los hijos, como arrullo de lluvia fresca y fragante.
Rocío Herrera
Rocío se va, deja una fragancia de perfume,
el eco de su risa en la mesa y el recuerdo de cuando fue la niña consentida de
nuestra casa.
Vestíbulo
Se oían voces de viajeros en el vestíbulo, no
escuché con claridad porque nos estábamos registrando; cuando nos asignaron la
habitación, los miré de reojo y reconocí a uno de ellos. Al que había
preguntado: ¿Estás seguro del domicilio?, porque ya vez cómo se enojo Vicente
cuando matamos equivocados aquellos dos gargantones de Las Haciendas.
Vacas
Rocío,
cuando era niña, fue de visita a una granja cercana. En la tarde, cuando volvió
a su casa, le platicó a Rosario: Mami, las vacas tenían una carota de este
tamaño.
El infierno del hogar
La voz amarilla de sus cinco hijos se ha
convertido en alarido, su esposo es un ogro enfermo que la tortura, la migraña
estallaba de dolor en las sienes y en sus ojos bonitos; su amor era un jarrón
de porcelana hecho pedazos en el suelo.
Galas de amor
La mayoría de las mujeres visten calzones y
corpiños finos y breves; cuando los lavan, los cuelgan al fondo del patio,
junto a los cerezos.
Escribir un libro
Un autor escribió el libro Tricentenario
cívico y muy contento fue a la oficina de su amigo diputado para regalárselo,
con autógrafo y toda la cosa. Cuando salió de allí, el diputado tiró el libro
al cesto de la basura. El autor se devolvió por un olvido, miró su libro, se le
rodaron las lágrimas.
Hielo
Había una vez un sapo que no se decidía a
saltar; el agua parecía helada y nada tenía sentido. En su memoria vivía ella,
solo allí.
Amor
Todos los hombres saben el lugar exacto donde
está guardado su tesoro. Incluso los más indiferentes.
Novela costumbrista
Un imitador de José José fue de todo y sin
medida, cuando tenía 56 andaba sin lana y urdió escribir un libro de superación
personal, pero ya para entonces sus tremendas historias eran literatura
costumbrista; ninguna editorial quiso invertir un cinco partido por la mitad.
Arte narrativo
Señor
D. E., sería pretencioso decir, como Flaubert: Madame Bovary suis moi. También
si dijera: observo con buen oído las vidas. ¿Qué puedo decirle a usted, que es
un escritor, y sabe cómo funciona esto?
La casa de los muertos
Era un perro abandonado en un patio lleno de
gatuños, en una casa de interés social donde vivían 5 miserables personas que
lo alimentaban entre sus propias heces, pero jamás limpiaban el hábitat, ni lo
paseaban, ni lo bañaban. El perro los amaba y los odiaba en silencio.
Flor
Había una flor que escribía poemas bien bonitos, relatos finos y sabios, una bella columna literaria, que se llama La rueda de ¿qué?; buena poeta, de lo mejorcito por estos rumbos. Un día amaneció de malas por tanto machismo mundial, y fundó numerosas franquicias del Club Mafalda.
Antropólogos
Indigenistas que simulan y cobran en
gobierno; antropólogos investigan y redactan tesis, otros filosofan y toman
fotos; muy pocos se preocupan de veras y de nada sirve.
Amistad
Cierto jabalí dejó por completo las drogas,
porque en la empresa donde trabaja pusieron un reglamento facista que incluía el antidoping.
Sus amigos, mariguanos viejos todavía ciclados en la música de Jim Morrison y
nada más de eso sabían hablar, le retiraron su amistad con gran indiferencia.
Analista político
Un erizo pendejeaba al gobierno en los
periódicos, hasta que se la dieron de funcionario. Sintiéndose ya refugiado,
inventó el hilo negro de la doble facturación; la creía su aportación original.
Lo corrieron. Se amargó, pero se inscribió en el PRI. O en el PAN, ya no me
acuerdo bien.
Peregrino
En estos días trágicos, parece frívolo
redactar un cuento, pero este era un viajero que llegó a Jiménez, porque lo
invitaron a leer unos poemas que había escrito; pero a los organizadores se les
olvidó el asunto y el poeta peregrino se quedó chiflando en la loma.
Organización
De un lado, está el crimen organizado; por el
otro, el gobierno mexicano a veces tan desorganizado. En otras
ocasiones, ambos parecen una sola organización.
Julio 2010.
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