Erives
el teatro
Por
Jesús Chávez Marín
En un
café del centro, el actor Oscar Erives espera la llegada de un grupo de teatro
de Durango que viene a presentar un montaje de El suplicio del placer, de Sabina Berman. Más tarde habrá de
instalar en su hotel a los visitantes, estará al pendiente de que haya para
ellos una cena sabrosa y los llevará personalmente en su camioneta Dodge Dart
al Teatro de Cámara donde se presentarán el sábado 18 y domingo 19 de mayo de
1991. Mientras, acepta conversar un rato con el reportero de Auraed, que soy yo.
Estas
son algunas de las mil tareas y trabajos de los que con naturalidad se ha
tomado todos los días y durante toda su vida Oscar Erives por su gran amor al
teatro. Además de una intensa carrera como actor (actualmente participa
haciendo personajes principales en dos montajes: Traición y Los justos),
desde diciembre Erives preside la recién fundada Asociación de Teatristas
Unidos de Chihuahua, el ATUCH.
―Oscar,
¿cómo les fue con Traición?
―¡Maravillosamente
bien! Terminamos esta primera temporada con gente a la puerta exigiendo boletos
para entrar y como el tipo de montaje de Mario Humberto Chávez hizo que el cupo
fuera limitado a solo 25 personas por función pues, imagínate, los últimos días
todo mundo quería ver Traición a como
diera lugar. El penúltimo día admitimos 45 espectadores, quienes se apretujaban
en la recámara de la quinta escena, y todavía se quedó gente afuera. A ver cómo
nos va en la temporada siguiente, que será del 26 de junio al 15 de julio.
―Esta
respuesta de la gente para una puesta en escena de teatro chihuahuense es
resultado de muchos años de trabajo por parte de ustedes. Es claro que ya
tienen un público formado y exigente, que sabe de teatro, ¿no crees?
―Por
supuesto que sí.
―Oye
Oscar, cuéntanos la historia de la Asociación de Teatristas.
―Pues
mira: ya hace algunos años había esta idea por parte de Fernando Saavedra, de
Enrique Hernández Soto, también lo intentó Fernando Chávez Amaya; fueron
proyectos efímeros, que no lograron consolidarse por distintas razones. Luego
el año pasado el INBA y el Instituto Nacional para la Cultura y las Artes
enviaron a todos los teatristas del país un documento llamado Programa nacional de apoyo al teatro
donde se convoca a los grupos de cada estado para que se constituyan en
asociación y propongan un proyecto colectivo de trabajo escénico por período
anual.
―¿Cuándo
llegó esa convocatoria?
―Fue en
agosto de 1990. Entonces nos empezamos a reunir en Bellas Artes de la UACH los
directores de los distintos grupos de teatro. Analizamos el documento y fuimos
redactando nuestro propio texto, adaptándolo a las necesidades y a los
problemas concretos de la ciudad. Se decidió que yo llevara este nuevo
documento al Foro Nacional que se instalaría en Monterrey, en el marco de la
Muestra Nacional de Teatro.
―¿Cuál
obra representó a Chihuahua en esa Muestra?
―Fue Fin de partida de Samuel Becket,
dirigida por Fernando Saavedra. A mí me tocó participar como actos en esa que
vino a ser la despedida de Fernando, del teatro y de la vida.
―¿Qué
sucedió en ese Foro Nacional? ¿Cómo les fue?
―Todavía
no te podría decir cómo nos fue. Cada estado de la república estaba invitado a
participar y la mayoría presentaron proyecto. Pero hasta hoy no ha pasado nada,
no hemos recibido respuesta.
―¿La
convocatoria ofrecía algún presupuesto?
―Si,
supuestamente se entregarían cuarenta millones a los teatristas de cada estado
como apoyo para gastos de producción de sus trabajos. Pero como te digo: hasta
hoy todo ha quedado en palabras.
―¿Qué
sucedió después, cuando regresas de la Muestra?
―Voy
con los directores para informarles. Todo este asunto marcó aquí el arranque de
la Asociación. Nos habíamos venido reuniendo cada semana los directores y los
representantes de los grupos. Había buena disposición para formar una asamblea.
―¿Se
pretende asociar a grupos o a individuos?
―La
asociación está formada por personas, independientemente del grupo de teatro
donde trabaje. Se invitan actores, directores, dramaturgos, escenógrafos,
tramoyistas, toda gente de teatro.
―¿Se
constituyeron como asociación civil?
―Ante notario
y todo. El 5 de diciembre de 1990 celebramos nuestra primera reunión oficial.
Elegimos mesa directiva: yo fui nombrado presidente, como secretario quedó Luis
David Hernández y como tesorera Micaela Solís. Nos pusimos de inmediato a
trabajar: hicimos las temporadas sucesivas de Los justos, Traición,
hemos invitado grupos visitantes; antes hubo también aquel festival de teatro
en homenaje a Saavedra y en junio tendremos la Muestra Estatal de Teatro 1991
con 16 puestas en escena, una diaria, en el Teatro de Cámara.
Junio
1991
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