Alas de sal
Por Sara Contreras
No soy la mariposa de
tu alucinación, intento ser luciérnaga y alumbrar tus lánguidas horas. Fui
águila que protegió tus sueños inocentes. La máscara que llevo no es ligera ni
insustancial. La he construido con piedra para perpetuar la sonrisa, la he
construido con sal para curar las heridas del abandono, la he construido con
hielo para soportar el peso de tus palabras. Pero ya ves... no ha sido
suficiente para proteger mi existencia del sarcasmo de tu mirada.
Septiembre 2005
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