Por Jesús Chávez Marín
En Chihuahua el género del cuento ha corrido una suerte similar a toda la literatura que se produce en esta región: escasas publicaciones, pocos lectores, libros que llegan tarde. En 1976 el escritor Alfredo Jacob hace un retrato desolador: “La ocasión me vale reflexionar, al desaire, sobre nuestra realidad literaria en un jaloneo más que obligado. No sin escaso desaliento volvemos la mirada con limpio atisbo sobre este apartado de la cultura chihuahuense y en más de dos centurias no hemos logrado sino esporádicos, escasos frutos”.
Este mismo autor señala el tipo de textos que se publican aquí: “...los géneros literarios más cultivados han sido la historia, el ensayo; en proporción menor la novela y en cantidad escasa la poesía y el cuento. Este último en número realmente insignificante”.
En su ensayo, que acompaña a la antología Relatos de autores chihuahuenses, Alfredo Jacob se muestra optimista a pesar de todo y expresa que “el amor a la literatura” seguirá vivo. Veinte años después se siente, en efecto, un vigor y una actualización en la cual ha tenido que ver la Escuela de Filosofía y Letras de la UACH al profesionalizar los estudios literarios, establecer un rigor y una organización académica que incluye materias como lingüística y teoría literaria.
A pesar de las dificultades han aparecido otros cuentistas a sumarse a los 16 que registró la antología de 1976. Algunos de los volúmenes de cuentos o de relatos que se han publicado son:
Fuego del norte y Relatos de la revolución (1928) de Rafael F. Muñoz.
La absurda espera (1961) y Corazones no sabemos (1982) de Lourdes Garza Quezada.
Fruto Prohibido (1963) de Héctor Ornelas.
El norte misterioso y legendario de Pascual García Orozco.
Ayer fue...cuentos y recuerdos de Octavio Páez Chavira.
La muerte congelada de Enrique Hershkowitz.
Años viejos (1986) y El señor de las palomas (1995) de Benjamín Tena Antillón.
El hombre habitado (1975) y Muérete y sabrás (1995) de Ignacio Solares.
La citada antología Relatos de autores chihuahuenses (1976) que incluye textos de José Aragón, Isauro Canales, Alberto Carlos, Sergio Cervantes, Lulú Creel, Fernando Chávez Amaya, Margarita Flores Castillo, Pascual García Orozco, Lourdes Garza Quesada, Miguel Angel Macías, Pedro Medrano, Miguel R. Mendoza, Jesús Miguel Moya, Ana María Neder, Héctor Ornelas y Manuel Talavera.
Tras un cristal azul (1977) de Manlio Favio Tapia Camacho.
Viernes de Lautaro (1979), Septiembre y los otros días (1980), De alba sombría (1985), Las luces del mundo (1986) y Difícil de atrapar (1995) de Jesús Gardea.
Los cuentos gnósticos, El alba y otros cuentos y Las llaves de Urgel de Carlos Montemayor.
El canto de Quetzaltótotl (1982) de Manuel Talavera.
Las mil y una noches mexicanas (dos tomos: 1983 y 1984) de José Fuentes Mares.
Días navegables (1990) de Josefina María Cendejas.
Cuentas pendientes (1992) de Tomás Chacón.
Cosas de la mala suerte (1993) de Rubén Alvarado.
Callejón Sucre (1993) de Rosario Sanmiguel.
El cuello de Adán (1994) de Guadalupe Salas.
Remolino (1994) de Micaela Solís.
El amor entre las ruinas (1994) de Mario Lugo.
Cuentos sonámbulos (1994) de Héctor Jaramillo.
El umbral (1995) de Luz María Montes de Oca.
Volver a Santa Rosa (1996) de Víctor Hugo Rascón Banda.
Romance de otoño (1996) de Raúl Manríquez.
Tinta fuerte (1996) de Erasto Olmos Villa.
De esta enumeración de libros y folletos de cuentos que han publicado autores chihuahuenses, siete de ellos han estudiado en la Facultad de Filosofía y Letras de UACh: Chacón, Talavera, Alvarado, Cendejas, Solís, Lugo y Jaramillo, o sea, el 28% del total, el cual es un porcentaje bastante aceptable de cuentistas que además sean profesionales de la literatura o de la filosofía. Un buen escritor se forma donde Dios le dé a entender, en cualquier profesión, en cualquier oficio, en la vida, no necesariamente en una escuela de letras.
Rocío de historias, la antología que ahora presentamos, aparece como una de las expresiones de la fuerza creativa que los autores de Chihuahua han desplegado a partir de los años ochentas en revistas, suplementos y libros. La selección de los textos se hizo conforme a dos criterios: que el autor haya estudiado en Filosofía y Letras de la UACh y haya publicado un cuento o relato de buena calidad en cualquier medio.
El material así reunido incluye todo tipo de asuntos, técnicas y estructuras. Los autores nacieron entre 1940 y 1970. la mayoría han desarrollado su actividad profesional en el estado de Chihuahua y aquí publicaron su obra, la de algunos más abundante que la de otros, pues no todos tienen la creación literaria como su actividad principal.
El orden en que aparecen los textos tiene que ver con el azar. Renunciamos al ordenamiento alfabético y también al cronológico en función de ofrecer a los lectores una composición que le dé al libro unidad, tan difícil cuando se trata de obras diversas como las que aquí se juntan, temáticas, edades y concepciones plurales de la narrativa.
Jesús Chávez Marín y Dolores Gómez Antillón: Rocío de historias Cuentistas de Filosofía y Letras. Editorial Universidad Autónoma de Chihuahua, México, 1996.
Junio 1996
Junio 1996
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