Venta de garaje
Por Rafael Cárdenas Aldrete y Jesús Chávez Marín
Mientras Eloísa leía,
el marido había salido en otro clásico viaje de negocios falso y alcahuete. Así
que, sin perder tiempo, ese mismo viernes Eloísa puso en los postes de todo el
barrio y en las colonias vecinas el sencillo cartel escrito a mano: “Venta de
garaje, este sábado y domingo en la calle Gardenias”.
El domingo en la tarde, junto con las primeras gotas de lluvia regresaba muy fresco Fernando de su viaje de miel, solo para encontrarse al frente de la casa el tenderete, ya muy menguado, de tooodas las que habían sido sus cosas: ropa, herramientas, aparatos de ejercicio, gadgets y, coronándolo todo, la bombita de vacío que con masculina discreción ocultaba arriba de su closet; sí: esa que muchas veces le fue tan indispensable para cumplir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario