[Foto: Chávez].
El árabe con su guitarra en la noche
[Prologo para el libro Trovador nocturno, Editorial Ichicult,
México, 2014]
Por Jesús Chávez Marín
En un bar de lujo donde los viernes los fatigados habitantes
de ciudad Chihuahua buscan reestablecer las energías en la bondad de una buena
cerveza, en la plática ligera con los amigos de toda la vida, hay algo más que
mitiga el cansancio de la semana: los cantantes alegran el corazón de la gente.
Los músicos. En
el escenario despliegan con placer violines, tambores, guitarras, pianos; y su
talento de artistas educados y finos.
En las noches
de Chihuahua, un personaje de leyenda llamado Chuy Ayub, el árabe, entra a un
recinto de cantera y sube las escaleras hacia el casino de Chihuahua donde él,
Chuy Ayub, es el lujo de la noche.
Desde muy
joven, cuando era estudiante de la Universidad Autónoma de Chihuahua –primero
en la facultad de zootecnia y luego en el salón de los músicos del entonces
departamento de Bellas Artes–, Chuy Ayub ya era el músico entero que hasta hoy
conocemos: el trovador más elegante y el más conocido en todos los bares y salones
de show de la ciudad.
Su maestría en la guitarra, educada por nota
en la lectura de todo tipo de partituras pero sobre todo educada en su fulgurante corazón
de artista, en sus manos ligeras y precisas, en su voz matizada por un caudal
de whisky y cigarros, de fino tabaco; se regala todas las noches de todos los
fines de semana hace más de cincuenta años en la ciudad de Chihuahua.
La presencia de
este artista nuestro, a la vez tan popular y tan refinado, es como la de un
parque de árboles centenarios, la de un edificio de elevada y esbelta cantera,
la de una fábrica que produce automóviles de lujo, la de una oficina bien
organizada de contadores públicos titulados; por supuesto, egresados de la
Universidad Autónoma de Chihuahua.
En este libro
hallaremos algunas de las historias de este hombre, que son tantas como
estrellas en el firmamento de una noche de octubre en este valle purificado por
el trabajo de las mujeres y de los hombres, Chihuahua.
Seguramente
muchos lectores hallarán también algunos secretos que habían permanecido a la
sombra y al calor, en el corazón de artista de este cantante, este guitarrista,
este músico que quizá no ganó caudales de dinero con su trabajo de trovador,
pero se ganó la amistad para siempre de sus amigos, el amor para siempre de sus
mujeres, el agradecimiento discreto y amable de cuantos tuvieron el privilegio
de escucharlo cantar en sus shows, en las orquestas donde era uno de los
músicos más cultos, en las cantinas: lo mismo las más arrabaleras que las
lujosas.
Cuando Chuy
Ayub, el árabe, inició muy joven su brillante carrera de artista, era ya el
músico completo y de talento educado y lírico tanto como ahora el hombre sabio
y grande, el mismo trovador y guitarrista, cuyo corazón fue puliendo a través
de los años como un diamante esmeralda. Pero Chihuahua era muy distinto a esta
ciudad violenta de los recientes años.
Chihuahua era
una villa de 3000 habitantes que en su orilla norte llegaba hasta el actual hospital del
Issste en su orilla sur hasta la colonia Rosario. Antigua periferia. Al oeste
solo llegaba hasta la gasolinera La Sierra y el salón de baile que estaba
enfrente. Al este hasta la colonia Arquitectos, cuyo adorno austero estaba
edificado en un cerro: el templo de San José de la Montaña.
Ahora Chihuahua
se extiende como una extensa circunferencia construída con el honrado trabajo
de muchos hombres que ya murieron, de sus nietos que ahora se afanan en seguir
luchando por la vida. Pero Chuy Ayub sigue cantando. Seguirá cantando hasta que
se muera.
Estoy seguro
que hallaremos en este libro breve y hermoso una lección muy grande: la de un
hombre que hace su trabajo. La de un artista que se regala como un banquete a
su público que a la primera canción del show ya lo adora.
El
alma de este artista que tanto se ha expresado en las canciones se manifiesta
hoy en la literatura de su biografía.
Este músico escribió su autobiografía para recordar viejos tiempos, para reflexionar sobre su oficio de cantante y para sacar fotos del set.
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