martes, 27 de enero de 2015

Chávez. Artistas de ciudad Chihuahua, una rebelión posible

Artistas de ciudad Chihuahua, una rebelión posible






Por Jesús Chávez Marín





Una crónica de la promoción cultural en Chihuahua tendría que conformarse con la nómina de una multitud de artistas extranjeros y habitantes en la ciudad de México. Si alguien quiere incluir autores que desplegaron su producción en el vasto territorio de Chihuahua, tendrá que investigar en publicaciones marginales y platicar en el café con los memoriosos de siempre, que algunos ya se fueron: Alfredo Jacob, Rafael Ávila Lozoya, José Fuentes Mares, Jesús Gardea, Elías Holguín, Alberto Carlos, Remigio Córdova, Enrique Hernández Soto, Natalia García de Gameros y otros navegantes ilustres de este antiguo mar.

Por ejemplo: lean y miren ustedes, si lo consiguen porque anda escatimado y presumido, el Catálogo de artistas invitados al primer festival internacional Chihuahua, encuentro en la cultura.

Inicia: inicia con un texto escrito en el inconfundible estilo de Enrique Servín, esplendoroso y bien informado, estampado en la página 3, con la firma del gobernador José Reyes Baeza:

“Chihuahua es un conjunto de pueblos diferentes, algunos con sus propios idiomas y maneras de ver el mundo. En el reconocimiento de esta diversidad, el gobierno expresa que la apertura, la democracia y la interculturalidad serán los principios orientadores del Festival Internacional 2005, a fin de que logre convertirse en un generador de procesos educativos y culturales”.

Esas palabras hipócritas de Servín/Baeza no alcanzaron este año para incluir en el Catálogo a los artistas de ciudad Chihuahua, que en su ventura eligieron el oficio de ser artistas y escritores.

El “contacto ¡mágico! con la cultura” que pregona el número 6 del Instructivo de uso, en página 4, que también ofrece en vano “una imagen social más amigable y propositiva” (siempre y cuando los autores que viven aquí se conformen con salarios exiguos, regateados y con tres meses de retraso, si se comparan a los que vienen cobrando en efectivo, en avión y en hoteles de lujo): el priisita de hueso colorado Víctor Hugo Rascón Banda, el folclórico Ramón Ayala o el showman Alex Lora, famoso en la grabadora de su mamá.

En el capítulo “Encuentro en la cultura música” no están el poeta de blues y heavy metal Rodolfo Borja, él sí leyenda verdadera, sino  el senil Tino Contreras, organizador de sus propios homenajes.

Tampoco vienen fotos full color ni biografías raudas de jóvenes músicos educados por el profesor Modesto Gaytán; pero sí la Orquesta Juvenil de las Américas, la típica melcocha estadounidense; Celso Piña, vestido de generalito, sí viene; pero no la joven guitarrista y compositora Cecilia Leos, ni la fina cantante Magda Chavira, presente en el arte de su voz, pero no en el catálogo de lujo.

Para el capítulo referente a la danza, sacan retratados a un grupo típico de danzantes de Singapur, pero a ninguna foto de los alumnos de Antonio Rubio, ni de actores, coreógrafos y bailarinas egresados cum laude en el Instituto de Bellas Artes de la Universidad Autónoma de Chihuahua.

En la sección de teatro no aparecen la hermosa Laura Lee, ni el magistral Mario Humberto Chávez, ni el estudioso Luis David Hernández. Tampoco Óscar Erives, Holda Ramírez, Carmen de la Mora o Jesús Ramírez. En cambio sale muy bien retratada la sonrisa histérica de Ofelia Medina y una colega suya que vendrá de Canadá en la compañía Les Deux Mondes.

No verá usted ni en foto de credencial al amable mimo Rames Arizpe, aunque sí la del payasito Patch Adams, médico cirujano y partero, con su pantomima gringa de buena onda profesional. En otro lado, el catalogo anuncia danzas hopis y apaches pepenados por el falso indigenista Enrique Servín Herrera; pero no aparece alguna mención a Luis Urías, que de apaches y guarojíos lo sabe casi todo. No fue requerido. Sí lo fueron, en cambio, Fernando Vallejo cronista de narcos colombianos, Magaret Randall y Jerome Rothenberg, filósofos de Nueva York.

Encima habrán de organizar un homenaje al portugués Ledo Ivo, lo cual estaría bien si además hicieran honor similar a los chihuahuenses Mario Arras, Rubén Mejía, Mario Humberto Chávez y Mario Lugo, y no solo por su valor artístico, sino también porque durante treinta años han sido promotores del patrimonio cultural de Chihuahua y no gerentes y patrocinadores de festivales de relumbrón.

Septiembre de 2005.





Chávez escribe en:

domingo, 25 de enero de 2015

José Luis Orozco. Escritos políticos



Con elegante y nítido texto filosófico, sustentado en un caudal muy vasto de libros y sistemas conceptuales revisados minuciosamente, el autor presenta un panorama completo de algunas estructuras temáticas que son determinantes en la vida social y en el destino colectivo.

Los asuntos que son tratados tienden raíces y ramajes hacia regiones de muy diversa condición: desde la religión y la psicología hasta las profundas regiones de la condición humana; la historia del pensamiento, la imaginación y la conciencia de grupo en las doctrinas y los sistemas de la política, la economía, el gobierno; el parlamento y las discusiones filosóficas que se enraizan en su época, en la ideología y, en cada capítulo, las conclusiones y la síntesis de una extensa reflexión.

Aunque esta obra aparece fechada (1969-1973), sus páginas tienen la energía entera de la actualidad, porque pensar sobre los fundamentos filosóficos y jurídicos de la propiedad es pensar sobre asuntos que no han sido resuelto; así también revisar el pensamiento sobre teoría del Estado; los sistemas del pensamiento social desde todos los ángulos; enseñar en este contexto a los lectores la metafísica hegueliana, la ilustración, el idealismo alemán, el positivismo, el materialismo histórico, el darwinismo social y un mundo de temas; analizar con sutil y justa visión crítica la obra de Vilfredo Pareto, Gaetano Mosca, Wilhelm Dilthey, Franz Oppenheimer, Alfred Weber, Émile Durkheim, Max Weber, Arthur Fisher Bentley y también una multitud de autores; todo eso, hacen que estas páginas ofrezcan una certera reflexión de problemas muy presentes de nuestra época.

La filosofía como un vasto territorio, la escritura como un paisaje de claridad y de sombras, la presencia de libros y autores como una tertulia saludable y concentrada, este libro será una obra importante para los profesionales de la filosofía, de la política y el derecho.

José Luis Orozco es licenciado en derecho por la Universidad de Chihuahua, con maestría en ciencia política por la Universidad de Texas y doctorado en ciencia política por la UNAM. Pertenece al Sistema Nacional de Investigadores SEP-Conacyt, tiene el premio Universidad Nacional en la investigación en ciencias sociales 2002.

Fue director de la Escuela de Administración Pública y Ciencia Política de la Universidad Autónoma de Chihuahua; es profesor en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, donde fue jefe de la División de Estudios de Posgrado. Ha publicado 21 libros, entre ellos La odisea pragmática, William James y la filosofía del siglo americano, De teólogos, pragmáticos y geopolítico, aproximación al globalismo norteamericano, Pragmatismo e inteligencia política global, Razón de Estado y razón de mercado, La revolución corporativa y Teoría social. También es coautor de otros 22 libros, traductor de otros seis, y aparece en cinco libros colectivos, además de numerosos ensayos en revistas de filosofía y artículos en periódicos de circulación nacional.

También es protagonista de una intensa vida académica en congresos, consejos editoriales, oficinas de planeación, y pertenece a cinco organizaciones profesionales, entre ellas la Asociación Filosófica de México.

martes, 20 de enero de 2015

Premio Interamericano de Literatura Carlos Montemayor para obra publicada en 2010-2014



Premio Interamericano de Literatura Carlos Montemayor para obra publicada en 2010-2014
De conformidad con las siguientes bases:
1. Podrán participar todos los escritores ciudadanos de cualquier país del continente americano que tengan obra publicada en los años 2010-2014;
2. El premio se ofrecerá alternativamente, sobre una base anual, en las áreas de narrativa (novela y cuento), poesía y ensayo, circunscribiéndose en esta emisión al género Ensayo Literario;
3. El tema y la extensión de los trabajos concursantes será libre. Quedan excluidas analogías;
4. Los libros presentados podrán estar escritos en español, portugués, francés e inglés (en estos últimos tres casos deberán ser acompañados de una traducción al castellano);
5. Se podrá presentar una sola obra publicada impresa, por cada participante;
6. Los participantes entregarán cuatro ejemplares de la obra presentada y un sobre conteniendo sus datos (nombre completo, dirección, teléfono y correo electrónico) ;
7. El Instituto de la Cultura nombrará un Consejo Técnico constituido por escritores y académicos con reconocida trayectoria para determinar la concesión del premio;
8. La entrega del premio tendrá lugar en Palacio Alvarado en la ciudad de Hidalgo del Parral, Chihuahua, el día 13 de junio del 2014, aniversario del natalicio de Carlos Montemayor;
9. El premio, único e indivisible, constará de medalla conmemorativa, diploma y 
$150, 000 pesos mexicanos (ciento cincuenta mil pesos M.N.),
10. Los trabajos sometidos a concurso, deberán ser enviados a la dirección siguiente:
Premio Interamericano de Literatura Carlos Montemayor
Instituto Chihuahuense de la Cultura, Av. Universidad y División del Norte S/N, colonia Altavista. Chihuahua, Chihuahua, México, C.P. 31200.
11. El Instituto no devolverá las obras sometidas a concurso;
12. Todo lo no previsto en la presente convocatoria será resuelto por el Instituto Chihuahuense de la Cultura o por la Comisión Técnica, según el caso;
13. No podrán participar los empleados del Instituto Chihuahuense de la Cultura, ni sus familiares directos.
La presente convocatoria tendrá vigencia a partir de su publicación, con fecha de cierre el día 30 de enero del 2015. Se recibirán trabajos enviados por correo, cuyo matasellos no exceda la fecha del cierre.

Instituto Chihuahuense de la Cultura
Av. Universidad y Av. División del Norte S/N, colonia Altavista.
Chihuahua, Chihuahua, México., C.P. 31200
Tel. (614) 214-48-00 

Representaciones del Instituto en el Estado
Cd. Juárez   (656) 617-66-03,
                           617-63-58
Delicias       (639) 474-20-36
Parral          (627) 522-00-50
Camargo      (648) 462-46-77

Representación del Gobierno del Estado de Chihuahua en la Ciudad de México, D.F.
Río Pánuco #108, Col, Cuauhtémoc, C.P. 06500, Ciudad de México, D.F.
Tel. (55) 5208-01-18.

lunes, 12 de enero de 2015

Chávez. Revelado en placa gris

Revelado en placa gris


Por Jesús Chávez Marín


Amalia mira atenta las fotos, una por una. El fino caballero tomando suavemente la mano de la novia, que se vea el anillo. La semisonrisa dulce, la mirada seria del novio; estos otros jovencitos frente a frente y el velo cayendo en cascadas desde los hombros, los ojos tiernos del muchacho; esa donde él muy formal sentado de pierna cruzada; o aquella otra qué linda a colores, boca cereza, ojos violeta, traje azulmarino y azahares. Imágenes recogidas en el fondo de la cámara oscura de sus ensueños, Amalia.

Querido Juan, aquí extrañándote mucho, esperando te encuentres bien. Qué gusto que conociste a esas personas tan buenas gentes, pero no trabajes tanto, amor. Como quiera arreglaremos todo, no nos ha de faltar; ayer fui al centro y anduve viendo fotos de novios, con tanta ilusión al pensar en nuestra boda. Ya pronto termino mi vestido blanco, lucirá lindo. Cuídate mucho, vuelve pronto. Tuya siempre.

Buenas tardes, señorita. ¿En qué le puedo servir?

Buenas.

Pausa, y luego:

Oiga, ¿me puede decir por qué pusieron mi retrato en el aparador?

Mientras no se pague el total de la foto, podemos ponerla donde mejor nos convenga. Que sirva siquiera de publicidad. Tan bien que nos quedó, y mire.

Pero es que...

Nada de peros, señor. Usted nos encargó un trabajo y se lo hicimos, solo nos dio el anticipo y no volvió a pararse por aquí. Mientras no liquide, la foto es nuestra y la usaremos para lo que sea.

Se casarían en diciembre. Él era aguador y había llegado al pueblo pocos meses antes con su carro de mulas, sus tambos, sus burros. Se ganó el aprecio de todos, tan simpático el tal Juanito.

Amalia lo quiso mucho. Muy cariñosa con él, tan sonriente ahora donde antes tan tímida. Qué suerte el tal Juanito. Pero todos lo querían, a pesar de ser fuereño, tan animoso, tan trabajador, tan dicharachero. Y tan rápido: se van a casar. Hasta se fue de bracero para. Que ya tiene los muebles. Muchos dólares para la boda, la fiesta, las fotos.

Pero es un retrato de boda, señorita. No me lo pueden tener así nomás, en exhibición.

No señor. Es nuestro retrato de su boda.

―Déjeme siquiera darle un abonito y me quita del aparador, ¿quiere? (después de la amolada que me dieron, Chihuahua, por qué tenía ella que venir hasta acá y pasar precisamente por esta calle).

Sus amigas la habían acompañado hasta Chihuahua para comprar lo que faltaba del equipo nupcial y Amalia, como siempre lo hacía en Camargo, se entretuvo en las Casas Fotográficas a mirar estampas de novios. Horas enteras extasiada, imaginando, planeando cómo sería su propia foto ahora que iba a casarse, recordando el hermoso marco oval en la sala de su infancia, sus padres jóvenes en blanco y negro, tan amorosos, tan para siempre.

Se volvió loca en ese mismo momento y desde entonces. Pasaban por la Avenida Ocampo cuando lo vieron asomar desde el aparador de un estudio fotográfico, desde una instantánea con su marco dorado (Amalia: un grito muerto, sollozos, las sienes ardiendo sin poder desviar la mirada herida). Lo vieron al tal Juanito muy guapo, con su sonrisa linda de siempre, fotogénico, muy abrazado con una novia que no era ella, Amalia, que jamás sería.

Noviembre 1984



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