domingo, 9 de octubre de 2016

El foro de Mario Arras



Poetas en la ciudad de Chihuahua

Por Jesús Chávez Marín

Nuestra ciudad tendrá qué agradecerle a Mario Arras y a Sherry Russek por haber fundado hace dos años este foro de poesía, que ojalá tenga larga vida. Resulta insólito y extraño instalar un foro de poetas en plena era de “liberalismo social.” A pesar de todo, en este tipo de sociedad también viven hombres de ideales altos, trabajadores y profesionales que son valientes y saben ver más allá de los pequeños intereses domésticos y personales: los artistas, músicos, actores, pintores y poetas.

En las historias de toda sociedad es claro registrar la influencia de un pequeño grupo de poetas. Su presencia en la creación de imágenes, palabras, usos de lenguaje, de una actitud crítica vivaz, en la información de conceptos. La literatura es forma de conocimiento, quizá de las más efectivas porque no solo involucra conceptualización sino sensibilidad y visión estética. En nuestra sociedad de Chihuahua viven algunos poetas y sería fácil detectar su influencia, a pesar de que el número de los lectores en el mundo parece disminuir ante la omnipresencia de los medios electrónicos.

La presencia de los poetas en la ciudad de Chihuahua está en sus textos publicados en revistas literarias, en canciones de Eskirla y otros grupos de rock. En conciertos de Juan Daniel Vargas y Arcelia Paz. Antes, los periódicos locales también publicaron poemas, pero la literatura quedó expulsada de sus páginas desde hace varios años. Según los dueños y directores, la poesía “no vende”, no produce ganancia ni contratos de publicidad, además a nadie le interesa. Están convencidos de que el lector chihuahuense solo quiere leer notas policíacas, entre más sangrientas mejor. Historias de la corrupción de algún político o narcotraficante que haya caído de la gracia del régimen. Insulsos relatos de sociales, bodas, bautizos, despedidas de soltera, inauguraciones de locales comerciales. Chismes del último acostón de los reyes de Inglaterra o los duques de Mónaco. Opiniones de las estrellas de televisión Argumentos de telenovela, que siempre serán iguales a las ochocientas anteriores, y que los periódicos copiaron del último número de Teleguía.

Jamás se les ocurre a los dueños de la industria periodística que el lector medio sí podría interesarse por leer textos poéticos, cuya efectividad está en ser distintos y bien escritos, en medio de tantos tantos anuncios de comercio que, por cierto, la prensa local presenta con diseños deformes, pésima redacción y, frecuentemente, con mala ortografía. En Chihuahua sí se lee poesía. La prueba más evidente es la presencia constante de revistas literarias que hallan espacio y lectores.

Al periodismo industrial le resulta incómodo publicar textos de ciudadanos bien informados y con una postura crítica ante la sociedad, como es el caso de los escritores de la ciudad de Chihuahua. Esos textos podrían incomodar a los anunciantes, sobre todo al cliente más deseado por todos los medios: el gobierno, que es el que más gasta en espacios de publicidad. En ciertas épocas, como por ejemplo en periodos electorales, esa forma de censura se vuelve más agresiva. Es sintomático que el suplemento ProLogos, después de tres años de trabajo excelente, que no le costaba ni un peso a la empresa, fue despedido para siempre del periódico Novedades de Chihuahua, a principios de 1988, año de elecciones.

Los espacios literarios que existieron en los periódicos, fueron cancelados: Cosecha, Signo sobre signo, Letras al margen y Espejismos en el Heraldo. Tragaluz, Aura y ProLogos en Novedades. La página cultural que editaba Rubén Alvarado en El Norte. El Diario de Chihuahua, por su parte, ha rechazado todos los proyectos que han sido presentados por diversos editores culturales a los sucesivos directores que ha tenido desde que se fundó en esta ciudad en 1985. Vanguardia saca los domingos un suplemento de anodino diseño y con textos de refritos revueltos con recetas de cocina y dos o tres autores chihuahuenses que han sido invitados a colaborar. Pero ese semanario no se edita en Chihuahua sino en un periódico de la cadena Vanguardia en Saltillo, Coahuila; no publica poetas locales ni trata asuntos de interés regional.

Lo cierto es que a los periódicos locales, a todos, la calidad de la escritura les importa un comino; el mismo aspecto periodístico, informativo, parece no interesarles con tal de que su oficina de publicidad esté bien puesta y sus costos de producción se reduzcan.

En cambio las revistas culturales publican poemas en espacios privilegiados, respetuosos y bien editados. Hay algunas que ya no circulan, desaparecieron por diversas causas, casi siempre por falta de recursos económicos; en su época fueron importantes lugares de trabajo y formación literaria para los poetas que hoy siguen su oficio.

Fueron las revistas Palabras sin arrugas, Media hora, Cartelera, Chihuahua me vuelve loco, el periódico de poesía Pie alado y el semanario La calle.
Las revistas literarias que siguen saliendo son: Azar, Cuadernos del norte, Finisterre, Synthesis, Letras y algo más, Primer tiempo y Metamorfosis.
Los problemas de esas publicaciones son administrativos. No consiguen consolidarse como empresas en el aspecto económico y enfrentan dificultades de circulación para vencer la inercia de un mercado local, saturado de revistas que se producen en la ciudad de México producidas a todo color, en papel caro y fino y a mejores precios. Se ofrecen en las librerías montones de Vanidades, Contenido, Proceso, Eres, Teleguía, Cosmopólitan; incluso hay mercado chihuahuense para revistas norteamericanas en inglés y para revistas españolas.

Pareciera que las revistas literarias quedan reducidas a un pequeño círculo de lectores, los que frecuentan los ambientes culturales. Poemas que solo encuentran como lectores a otros poetas. Sin embargo cada vez se ven más ese tipo de revistas en otros ámbitos, otros lugares, otros sectores de la sociedad y su circulación ha ido aumentando, aunque no logran rebasar los modestos tirajes de quinientos a mil ejemplares, y su inconstante periodicidad bimensual, semestral y hasta anual en algunos casos. Por otro lado son pocos los autores que han logrado la publicación de un libro de sus poemas. A veces porque la obra de esos poetas no ha logrado consolidarse, alcanzar la unidad y la extensión necesaria que requiere un libro de poesía. Pero, en la mayoría de los casos, la razón es que no hay editoriales locales o cercanas que publiquen libros de poesía.

La editorial Praxis-Dosfilos, de Zacatecas, ha publicado cuadernos de poemas a varios autores chihuahuenses y aquí el gobierno del estado ha producido dos volúmenes del género. Pero la distribución de esos textos es casi nula.
También recientemente se han ido formando talleres literarios, que han resultado importantes para los oficios de la escritura: el taller del INBA que coordina Mario Arras; el taller de poesía de Enrique Servín en la Quinta Gameros; el taller de literatura del Tecnológico de Monterrey que coordina Micaela Solís y el taller del Centro de Educación Artística, Cedart, a cargo de Guadalupe Guerrero. Sería deseable que cada taller pudiera generar su propia publicación y además que hubiera más talleres, ¿por qué no?, ya que estos cuatro han funcionado.

Por ahora parece que la presencia más importante de textos de poesía sigue estando en las revistas. Estas son un producto colectivo que no generan salarios; no deja de ser extraño e impresionante que un grupo tan extenso de personas insista en seguir trabajando gratis en un oficio que es tan importante para ellos como lo es para la sociedad. Y no se trata de pocas personas. Si enlistamos a quienes publican, podríamos levantar de memoria una lista con casi cuarenta poetas de la ciudad de Chihuahua: Enrique Servín, Alfredo Jacob, Guadalupe Guerrero, Alfredo Espinosa, Enrique Cortazar, Lourdes Carrillo, Rodolfo Borja, Margarita Muñoz, Rubén Mejía, Luis Nava Moreno, Óscar Robles Cereceres, Ana Belinda Ames Russek, Gabriel Borunda, Gaspar Gumaro Orozco Moreno, Ernesto Visconti, Héctor Contreras López, Guadalupe Salas, Juan Daniel Vargas Frescas, Margarita Etchechury, Hildeberto Villegas, Guillermo Hernández Orozco, Susana Avitia Ponce de León, Raúl Sánchez Trillo, Micaela Solís Torres, Silvano Flores, Lilly Blake, Ricardo Seira Feliz, Manuel Pérez Tejada, Josías Vargas, Bertha Falomir, Héctor Jaramillo López, Leticia Santiesteban, Arturo Rico Bovio, Sergio Durán, Flor María Vargas, Daniel Torres Jáquez, Mario Arras Rodríguez, Ramón Antonio Armendáriz, Josefina María Cendejas, Federico Márquez, Magda Chavira, Rogelio Treviño, Elvia Esparza, Rafael Cárdenas, Margarita Aguilar, Ricardo Seira Feliz, José María Piñón, Juan Guerrero. Por supuesto, este censo no es completo, pero sí registra a los más activos. Hay otros poetas nacidos en esta ciudad, pero no radican ni publican aquí y no enfrentan la situación descrita, que hoy quiere referirse exclusivamente a los “medios” de la ciudad de Chihuahua.

Es de esperarse que la presencia de estos poetas, quienes con tanto profesionalismo enfrentan su oficio, encuentre más espacio en su sociedad: lectores, editoriales, foros como este, que vayan informando un público amplio e informado. [Texto leído en el Foro de Poetas, Teatro de Cámara, ciudad Chihuahua].

Marzo 1992

3 comentarios:

  1. En esta nota de 1992 se nombran algunos poetas de ciudad Chihuahua que hasta ese año aparecían.

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  2. ¡Qué tiempos! Un buen artículo panorámico del movimiento literario que se desarrollaba en esos años.

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  3. ¡Qué tiempos! Un buen artículo panorámico del movimiento literario que se desarrollaba en esos años.

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