domingo, 22 de abril de 2018

Parece que los teatristas son gente que tiene pocas opciones de lectura

(En la foto JChM y las pintoras Adriana Lara y Jael Gaytán).

XV. Juicio sumarísimo

Por Jesús Chávez Marín

Los Justos y Debiera haber obispas fueron montadas: buenos actores, buena dirección y todo. Pero parece que los teatristas son gente que tiene pocas opciones de lectura, de otra manera no se explicaría que elijan textos con kilos de polvo. No existen ya esa sociedad, ese obispo ingenuo, esa sacristía llena de telarañas, ese presidente municipal con espuelas, esos guerrilleros con armamento zapatista, esos torturadores con cara de malos. Ahora está más cabrona la cosa, m’hijitos, no salgan con esas recitaciones tan chafas.
La muerte alegre quiso sacarle lustre a polichinelas, arlequines, colombinas y pierrotas de la Comedia del Arte y nos aburre clásicamente. Las preciosas ridículas no tienen nada que hacer en una Muestra Estatal, pobre Moliere, en las tareas escolares de los bachilleres. La orgía de injurias y desahogos de Acosta fue un sabotaje. Mínimo quiere saber estuvo para vaciarles la sala y Amores que matan era un documental del IMSS con lugares comunes sobre el sida y ni modo, amigos, son los riesgos de la vida pública: hay que meterle condón al asunto.

Agosto 1991

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