viernes, 16 de noviembre de 2012

ivette royval zapién


Alquimista

Por Ivette Royval Zapién


ya sé,
mi cuerpo es de fístulas y cicatrices
pero diferente,
pero adorable.

Un ciempiés en llamas se paseó por él
dejando huellas indelebles
y bifurcaciones hermosas.

Existe un fuego irracional
sortilegio para fundir:
almas, esencias, bálsamos…

Pero también:
una virgen desdeñada,
la aridez de su vientre.
Y toda la soledad, toda.

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