lunes, 5 de mayo de 2014

la colección flor de arena

Foto Mila Chávez Marín
La Colección Flor de Arena

Por Jesús Chávez Marín

En esta ciudad no abundan las publicaciones literarias. Para desarrollar una obra, los escritores de aquí se las ven negras para buscar espacios donde educarse en el libre tránsito por donde se llega a los lectores. Las revistas culturales desaparecieron del mapa desde que Leonel Durán, director del Instituto de Cultura, decidió que Solar debería sujetarse al arbitraje de los doctores; hecho que coincidió con los otros errores de aquel diciembre aciago en que los precios del papel y de la impresión se triplicaron.

En este contexto resulta muy importante la colección universitaria Flor de Arena que sigue empeñada en seguir editando a los autores chihuahuenses, contra viento y marea. Los vientos del desierto cultural y las mareas de la crisis económica.

En esa colección publicaron su primera plaquette autores que ya tenían trayectorias largas apareciendo en suplementos y revistas locales. Entre ellos Luis Nava Moreno, quien fuera uno de los primeros editores de Metamorfosis, revista semestral que la Facultad de Filosofía sigue sacando. Nava, sin embargo, no tenía un texto personal hasta que salió su Tensión de lo finito, número 18 de la colección.

En ese mismo caso están Guadalupe Salas, cuya primera plaquette El cuello de Adán da a conocer por vez primera la refinada calidad de sus relatos; Ana Belinda Ames Russek con Selenitas; Sofía Casavantes con Luminiscencias; Luz María Montes de Oca con El umbral y Ana María Jiménez con El milagrito.

Otro aspecto importante de la colección fue que abrió un espacio para que iniciaran en ella su trabajo literario jóvenes escritores que jamás habían publicado en ninguna otra parte: Gabriela Borunda con su Biografía de la luz; Eugeni Porras con Iniciáticas; Lilly Blake en Microuniversos; Alejandra Meza con La torre blanca y Daniel Espartaco en la plenitud de su Primera adolescencia.

Para que la colección completa pueda ser deveras atractiva, la Colección Flor de Arena también puede presumir de haber publicado textos inéditos de autores importantes, que ya tienen en su historia personal varios libros exitosos. Es el caso de Arturo Rico Bovio con Astillárium; Manuel Talavera y su Novenario; Natalia Gameros con Diez Poemas proverbiales; Mario Arras (quien además recientemente sacó su primera novela, luego de diez libros de textos poéticos), a quien la Colección le editó sus Décimas y sonetos; Ramón Antonio Armendáriz con ¿Quién detendrá la lluvia?; Alfredo Espinosa y su Amor apache y Jeannette L. Clariond con Newaráriame.

En Flor de Arena también han participado los escritores de Ciudad Cuauhtémoc que surgieron con el Festival de las tres Culturas: Raúl Manríquez en pleno Romance de otoño; Dolores Guadarrama con Molinos de viento y José Luis Domínguez con su poemario llamado Jonás y Juan Marcelino Ruiz: Derrepentes.

El número 3 de la colección es bilingüe, viene en el idioma rarámuri traducido al español por la propia autora, Dolores Batista: Ra’ósari (Amanecer).

Considero que todo buen lector seguirá atento a lo que siga apareciendo en esta breve pero sustanciosa colección de literatura chihuahuense. 

Marzo de 1998

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