domingo, 18 de octubre de 2009

Folletín. Rubén Rey


Un folletín (del francés feuilleton, diminutivo de feuillet, "hoja", página de un libro) es un género dramático de ficción caracterizado por su intenso ritmo de producción, el argumento poco verosímil y la simplicidad psicológica. Recurre a la temática amorosa, pero también al misterio y a lo escabroso. Propio de las novelas por entregas, se ha dado también en teatro, cine, historieta y televisión, siempre con características similares -Fuente: wikipedia

Como le prometí a nuestros invitados de Auraed, aquí están los primeros dos capítulos de la novela que empecé a escribir. ¡A veces tiene sus ventajas estar cerca de una computadora sin internet! Las ideas empiezan a fluir, fluir y fluir.

Espero lo disfruten. Sus comentarios son por demás bienvenidos.
Prólogo
Muchas historias cursis como la que estoy por relatarles comienzan por el principio. Me gustaría, si así es que me lo permiten, hacer algo diferente.

Ella, Mariana, no me volverá a herir jamás. De hecho no me volverá a ver de ninguna manera, y eso es justo: la visión entra por los ojos.


Capitulo 1

Ruido. Lo primero que recuerdo es ese ruido que retumba en mi cabeza. Semejante a una ruda resaca. Ruido y una cólera apaciguada. El techo de una habitación que en esos momentos me parecía enorme. Se me antojaba no una celda sino una cárcel completa. Ahogué una risilla, ¿qué tan peligroso debería de ser un criminal como para ser encerrado solo en una prisión?

Tenía poco menos de un año viviendo en esa habitación. Un sencillo cuarto en la parte más alta de la casa de un viejo matrimonio. En ratos llegaba a odiar mi cubil, y en otras tantas a mis gentiles caseros.

El ruido en mi cabeza se fue esfumando a medida que pasaba la mañana. Era mi ritual de todos los días: ruido, cólera burlona y satisfecha, y el techo. Mis puños apretados apenas tan fuertemente como mi mandíbula. Techo. Mira el techo por favor. Uno, dos, tres, cuatro. No, de nada sirve contar. No debo cerrar mis ojos o empezará esa sucesión de imágenes. Cinco, seis, siete. Es tan veloz que se me dificulta ubicar a tantos rostros y a tantas personas. Muchas pasan como siluetas. Me están viendo. ¿Están llorando? Sí, están llorando

Capitulo 2

Gabriel. Perdón por no haberme presentado antes. Mi nombre es Gabriel. Tengo 26 años y desde hace un tiempo formo parte de un grupo selecto del seminario de la ciudad de Chihuahua. No se me debe confundir con un seminarista, naturalmente. Nuestro grupo, formado apenas por 5 miembros, se dedica a la investigación de casos de posesión y toda clase de fenómenos paranormales. No, cero videocámaras o grabadoras. No estamos interesados en dar a conocer nuestras experiencias ni descubrimientos. ¿Para qué estoy escribiendo todo esto entonces? Oh, ¿no puede un hombre escribir su testamento? Es tarde para dejar un legado. Sólo pido a todos los que tengan la oportunidad de leer estos textos malditos no traten de averiguar más al respecto. Lo que ven aquí plasmado es todo lo que hay, y me temo, todo lo que habrá.

Rubén Rey, octubre 2009

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