sábado, 10 de octubre de 2009

Rubén Rey




Vivir en soledad

Por Rubén Rey

¡Cuántas son las facilidades tecnológicas con las que contamos en este aún joven milenio! ¡Y qué sencillo es acceder a ellas! Pedir una pizza o tener una pareja a miles de kilómetros de distancia nunca antes había sido tan viable como lo es hoy.

Recuerdo una novela futurista cuyo argumento nos plantea una sociedad en la cual la gente ya no requiere -ni quiere- salir de sus casas. Ellos están todo el día frente a un aparato electrónico y en las calles la única luz que se ve es la que dichos aparatos proyectan a través de las ventanas de las casas de las personas. Quizás el futuro ya nos alcanzó.

Es totalmente factible que una persona en la actualidad se haga de todos los productos y servicios sin siquiera levantarse de su sillón preferido. Una llamada y Al Super vendrá a su puerta con la lista de víveres que le encargó. Un correo electrónico y habrá conseguido el trabajo que tanto anhela (¡bueno, quizás hasta tenga la dicha de trabajar desde su hogar, sin mezclarte con esta espantosa sociedad!). Un par de horas en un salón de chat y tendrá un nuevo amor. Le enviará fotos, y si le corresponde, en un futuro se enviará a sí misma hacia dicha persona.

¿Utópico? Desastroso más bien. Casi post apocalíptico.

El calor humano es algo con lo que nacemos desde que estamos en el seguro regazo de nuestra madre, y hasta que perecemos en el igualmente dulce y comprensivo abrazo de nuestros familiares ahí presentes. Como seres humanos, no debemos permitir que la tecnología se nos adelante y nos domine. Vivir toda una vida en soledad nos consumirá poco a poco hasta convertirnos en una pila, o en una memoria USB en el mejor de los casos.

Concluyo con dos términos que nuestros hermanos norteamericanos utilizan para definir al mismo concepto: “solitude” y “loneliness”. El primero es un estado de gracia que nos ayuda a meditar y aclarar nuestra mente. El otro es soledad eterna y depresiva.

¿En cuál estas?, y lo más importante ¿en cuál quieres estar?

Octubre 2009

1 comentario:

  1. En la temporada de cuando diseñó este blog, Rubén Rey escribió este relato que de su obra literaria es de lo más antuiguo.

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