domingo, 13 de junio de 2010

mi columna en omnia


Estilo Mápula

Por Jesús Chávez Marín

El primer número de una columna escrita es emocionante y más lo es ahora que por invitación de los señores Edith Barajas Vallejo y Antonio Payán aparece y se inicia en Omnia, ese periódico civil de la ciudad de Chihuahua tan estilo siglo xxi que es regalo y lujo de la memoria colectiva reciente.
Desde hace 30 años escribo columnas en periódicos y revistas: letras al margen, el texto breve, el haikú clásico, escritores de la ciudad, la enredadera son algunos de los nombres que como un vaso de agua fresca se me vienen a la rápida memoria. Esta de ahora me emociona más que las anteriores por razones que venga o no venga al caso voy a platicar a ustedes, lectores, oh aristocracia alta y educada y atenta.
1. La primera palabra de su nombre es estilo, porque hablaré de esa región espiritual y física que compartimos redactores y lectores: libros, películas, modelos, diseño, política, frivolidad y alguna que otra canción bonita.
2. Esa palabra alude también a la corrección de estilo, o sea la crítica de cuanto se me ocurra al momento escribir y por supuesto también la autocrítica y a respuestas y contradicciones que ustedes, lectores de Omnia, en uso a su libertad de expresión envíen a favor o en contra de lo que en esta columna señale.
3. Tema fundamenta de esta conversación habrán de ser los libros y para luego es tarde quiero recomendarles estos cinco, por lo pronto hoy de autores de la ciudad de Chihuahua: Lámpara en el granero, poemas, Rogelio Treviño. El amor entre las ruinas, cuentos, Mario Lugo. Vida en otra parte, cuentos, Liliana Pedroza. La otra cara de México, novela, Carlos Chavira. El libro de los poemas, de Jorge Humberto Chávez.
4. El estilo de las mujeres en el siglo xxi, nominado en orden descendente, se divide en tres ambientes: femeninas, feministas y feminazis.
5. El estilo de los señores y jóvenes en el mismo respectivo siglo se divide en tres ambientes: organizados y diestros en sistemas y herramienta; educados y buena onda y, tercero, delincuentes.
6. La segunda palabra que nombra esta columna es Mápula, lugar hoy tan cercano a nuestra ciudad que a lo mejor es ya territorio urbano pero que en 1928 era un rancho vigoroso y alegre. Allí nació la señora Carmen Marín Gutiérrez y en su memoria preclara y feliz habrá de escribirse cada uno de los episodios de esta crónica.
7. También ese nombre fue el de nuestro equipo de futbol a principios de los años ochentas donde jugábamos en los llanos y en torneos municipales varios señores que aún son amigos estimados: Omar Nava Cano, mi hermano Pedro, Rafael Ibarra, Alfonso Miguel Víctor y Filomeno Marín, mis tocayos Jesús Flores y Jesús Camúñez, Heriberto Ramírez Luján, mi cuñado Jesús Manuel Ortiz y Rafael Murillo.
8. Espero entonces que esta conversación no se quede nomás de este lado. Léanme, escríbanme.

(publicado en Omnia, noviembre 2009).

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